jueves, 17 de enero de 2008

Un dios llamado...

Miles de peregrinos en carro, en bus, en moto, a pie, y hasta a caballo se dirigen a una pequeña ciudad costarricense al oeste de la capital a rendirle tributo. Algunos van en sus propios carros, manejando hasta allá, otros contratan los servicios de transporte y hay quienes se quedan a dormir en las cercanías de esta ciudad.
La fe que se le tiene hace que no importa la distancia, las congestión vehicular, los precios de los parqueos, el costo de contratar un transporte, el valor de los buses, los precios de las gasolinas. No importa que para poder hacer esta peregrinación se tenga que incurrir en gastos de comida, no importa que la comida allá sea muy cara. Muchos sacan un preciado día de vacaciones, o faltan a sus trabajos para poder ir a adorarle.
Y es que la devoción es tal, que no importa el sol, el calor, la aglomeración de personas, los malos olores, pasar de pie por largas horas, el cansancio o cualquier otra molestia, los peregrinos se preparan con sus mejores atuendos para la ceremonias que durante más de diez días se llevarán a cabo. Una de sus celebraciones incluye a mandatarios de otros países, a artistas famosos y políticos costarricenses.
¿Quién es este dios?
En tiempos antiguos le llamaban Dionisio, los romanos le llamaron Baco. Y su poder todavía existe en nuestra época. Mueve millones de dólares. Logra manifestaciones de fuerza y fidelidad que se las desearía cualquier partido político o religión.
¿Todo esto para qué? ¿Qué ofrece este dios?
Bueno, algunos dicen que convierte a una mujer u hombre feos en alguien muy atractivo, hay quienes mencionan sentirse mejor en su presencia, que olvidan por horas las penas. Otros alegan que bajo su influencia un espíritu los posee y los hace sentirse más valientes y hasta más fuertes, al nivel de poder enfrentarse contra cualquier enemigo (o amigo). Algunos caen en un trance profundo que les induce un sueño capaz de hacerlos caer en donde se encuentren.
Sin embargo no todo es tan fácil, este dios no es misericordioso y pide ,mucho a sus adoradores, muchos alegan sentirse muy mal al día siguiente, con síntomas dignos de cualquier enfermedad terminal, otros se han encontrado que el hechizo de belleza no acompaña a sus parejas al día siguiente, otros han despertado de sus trances en las calles, y hay algunos que nunca pueden dejar que siga influyendo en sus vidas y lo culpan de haber perdido el trabajo y la familia.
Su nombre en Costa Rica es "guaro" y hoy la peregrinación y celebración en su honor se llama "Tope Palmares".

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