lunes, 13 de diciembre de 2010

¿Porqué odio diciembre?

Desde hace unos años empecé a odiar diciembre, no fue que un 30 de noviembre me levanté y dije: "¡Qué pereza mañana es diciembre!", el proceso ha sido más o menos largo.
Algunas de mis razones son:
  1. El consumismo: Como pagan el aguinaldo parece que para muchos el mundo se va a acabar, entonces hay que gastar y gastar, no importa, en enero viene el salario escolar. Seamos sinceros, yo tengo un TV analógico comprado en el año 2000 y todavía sirve, ¿Para qué necesito una pantalla plana?
  2. Las fiestas que no dejan dormir: Vivo a la par de un salón de fiestas y finales de noviembre y diciembre son simplemente insoportables, hay fiestas todas las noches de fin de semana y no me dejan dormir tranquilo, lo peor es que se exceden en el ruido, lo menos que duran de hasta las doce medianoche y he oído bulla hasta las dos de la madrugada.
  3. Los borrachos. Basta con decir que muchos le llaman "Bebiembre". El exceso de alcohol produce muchos males. Entre ellos los pleitos, accidentes, y violencia doméstica que lo único que traen es tristeza para familias.
  4. Los imbéciles al volante: Tras de ya hay muchas presas, en diciembre más gente saca el carro. Más carros en las calles significan más presas y más estúpidos al volante. Si eso le sumamos que pasar frente a un centro comercial ("mall") es simplemente imposible. Conseguir parqueo: Un suplicio. Y si a eso le sumamos los que manejan borrachos por el exceso de alcohol.
  5. La lista de muertos y heridos: Las noticias de fin de año son un recuento de cuantos se ahogaron o murieron en accidentes de fin de año.
  6. Los embarazos no deseados: Revisen cuántos cumplen años en septiembre. Yo sé que yo tampoco fui muy planeado, pero es evidente que la cantidad de embarazos no deseados aumenta en diciembre.
  7. Las vacaciones perdidas: ¿Para qué quiero vacacionar en diciembre? ¿Para pagar precios excesivos y encontrarme con presas, fiestas y borrachos? Prefiero trabajar esos días y sacar vacaciones en temporada baja o cuando realmente las necesite, no cuando el resto del país se va de vacaciones arruinando las mías.
  8. La gente abandonada: Los niños pobres, los reos, los viejitos. Aprovechemos y visitemos a los viejitos. Por suerte algunos se acuerdan de los pobres en diciembre y les llevan regalos, pero los abandonan el resto del año.
  9. Los regalos a los nos caen mal: No seamos hipócritas, hay gente que no nos cae bien e igual hay que regalarles algo en navidad, sólo porque es navidad, porque son familia o "conocidos". En serio no podemos decirle a esas personas: "¿Sabe qué? Me caes mal, no voy a regalarte nada y ahorrese mi regalo, ¡Gracias!"
  10. La pólvora: Como si las fiestas no son suficientes para no dejarnos dormir, está la quema de pólvora, las primeras semanas de diciembre son los nicas y luego se le suman el resto de la población. Basta con pensar en la cantidad de niños quemados con pólvora para odiar diciembre.
Otras razones las puede leer de una nota de PonchoTV

¿Cuánto vale una vida?

Sigo sin entender porqué dicen que las multas de tránsito son desproporcionadas ¿Cuánto vale una vida?¿Cuánto vale una persona golpeada?
Como alguien que ha sufrido varios accidentes por culpa de gente que se brinca un alto, o que vira a la izquierda sobre una doble raya no puedo más que estar de acuerdo con las actuales multas.
El mismo reportaje explica que han disminuido los accidentes y las muertes en las carreteras ¿Es eso malo?
En Costa Rica si no les ponen una multa bien alta la gente simplemente sigue haciendo las yeguadas.
El problema de los sobornos también tiene la misma solución: Cárcel para los corruptos. Y quizás otra canción.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Simplemente: ¡Imbécil!

Me declaro culpable.
Hoy venía en la madrugada camino al trabajo, llegué al cruce del Barreal de Heredia, eran las 5:45AM pero había una fila de carros considerable, apenas llego a la esquina carros pasaban para allá y para acá, por lo que esperé en la señal de alto pacientemente para poder pasar.
No tenía un minuto esperando cuando el carro atrás mío, un Toyota Tercel blanco se puso a pitar y el bus detrás de él también. ¿Qué querían que hiciera?
En un acto de completa impaciencia el bus decidió adelantarme por la izquierda, les recuerdo que yo estaba en la pura esquina, y el Toyota Tercel blanco trató de rebasarme por la derecha, creo que ellos no vieron a un Peugeot que venía por la carretera principal. La señora que venía en el Peugeot se vio obligada a frenar porque el bus simplemente no respetó la señal de alto y se tiró, al frenar la señora quedó en el camino del Toyota Tercel blanco y entonces se dio el choque entre el Tercel y el Peugeot.
Acá viene mi confesión:
Al ver la escena no pude más que bajar la ventana y decirle (lo acepto, le grité) al chofer del Tercel:
-¡Eso le pasa por imbécil!
Apenas me oyó el conductor del Tercel bajó la cabeza a modo de aceptación. También confieso que ver la cara de tristeza y de aceptación del señor me produjo un gran placer.
Acomodé mi automóvil, y procedí a darle un papel con mi teléfono a la señora que iba manejando el Peugeot. Valga decir que la señora estaba muy asustada y pensaba que era su culpa, yo le dije:
"Señora, tranquila, no es su culpa, llame al INS, al tránsito y ponga la denuncia, acá está mi teléfono, yo le sirvo de testigo, el señor va tener que pagarle"
El señor del Tercel mientras tanto trataba de justificarse con la señora:
-"Yo hubiera podido pasar pero al tirarse el bus usted frenó y se me atravesó"
Obviamente yo comenté:
-No diga nada, es culpa suya y eso de pasó por estúpido y no tener paciencia.
Yo sé que no hay que desearle el mal a nadie, ni hacer leña del árbol caído, pero éste idiota se lo merecía.
Bueno, hoy empieza diciembre el mes que más odio. Bonita forma de empezarlo.