El INS es un monopolio y eso le permite operar mal.
Es de todos conocido lo caro que es un seguro de autos en Costa Rica, ¿Sabían que a los pickups no les cubre el servcio de grúa? Sólo en el INS.
Vino Arias y puso a Constenla en el INS, no más entró y se encontró un montón de chorizos: carros pagados por el INS botados en un lote baldío, un chorizo con la re-aseguradora PWS con pagos de más a una póliza del ICE, descumplir las recomendaciones de auditores externos por cinco años que hubiesen ahorrado millones de dólares.
Lo más curioso es la respuesta de los sindicatos, en lugar de defender a su institución, lo que hicieron fue enojarse con el jerarca, primero Fernando Apuy mandó una carta pidiendo callar las denuncias, en lugar de ayudar a aclararlas; luego se armó una bronca y hasta el sindicalista Luis Salas Sarkis salió diciendo que: “Yo no sé cuál es la intención de sacar todas esas cosas malas... (El INS) no es la única institución del Estado que tiene basura en las bodegas”. Todo eso sin mencionar que la convención colectiva del INS nos cuesta a todos los costarricenses ¢7.500 millones por año para sólo 2.500 empleados.
Ahora sí que no me queda duda cuál es la razón de ser de los sindicatos en las instituciones públicas y porqué se oponen con tanto ahínco contra el TLC y la apertura de mercados; sólo sin TLC pueden seguir sangrando la institución con su convención colectiva, sólo así pueden seguir los chorizos en el INS; y basado en las palabras de don Luis Salas, podrán seguir los chorizos en otras instituciones del Estado.
Cada día que pasa estoy más convencido que el TLC, para todos (excepto para los sindicalistas) es bueno.
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