Finalmente llegué a Gran Caimán, es una isla pequeña, realmente pequeña, desde el aire se ve toda la isla, al aterrizar, la terminal no tiene mangas, por lo que uno se baja en media pista, la terminal es un edificio pequeño, uno tiene que caminar hasta él y luego de hacer las vueltas en migración, recoge la maleta y sale, no hay gente esperando afuera, ni gran cosa. De hecho para llegar a donde se renta el carro tuve que caminar.
Acá se maneja a la izquierda, por lo que tengo que concentrarme al manejar e ir pensando “manténgase a la izquierda, manténgase a la izquierda”. Por esa misma razón la manivela está a la derecha, es complicado el cambio, sobre todo porque los controles están al revés, todo queda para la mano izquierda, y como yo de zurdo no tengo nada, me cuesta bastante, una cosa que me pasa a cada rato es que pongo los limpiaparabrisas en lugar de poner las luces de cambio.
Para llegar al hotel me perdí un poco, tomé a la izquierda en una rotonda cuando debía tomar a la derecha, acá también hay rotondas, pero el sentido de rotación es el inverso por el manejo a la izquierda. Eventualmente llegué a la playa de las siete millas donde están todos los hoteles, manejando a puro instinto llegué al hotel... “manténgase a la izquierda, manténgase a la izquierda”.
Anoche llegué casi a las siete de la noche, acá no sólo anochece un poco más tarde, sino que también están una hora adelantados con respecto a Costa Rica, y eso que estamos en la misma longitud, siempre he creído que deberíamos adelantar una hora en Costa Rica, así no amanecería tan temprano y anochecería un poco más tarde y es que como ayer me levanté bien temprano para llegar al aeropuerto les puedo decir que el sol sale bien temprano.
Hoy me costó algo levantarme, se suponía que pasaban por mí a las 7:45AM. Por cierto el jefe del cliente acá es un mexicano que conoce a toda la gente de por allá, hasta trabajó unos meses en Costa Rica. Finalmente llegó a las 8:30AM, por suerte me llamó para decirme que venía tarde, eso me dio tiempo de tomarme un café para mantenerme despierto, porque no he dormido mucho últimamente.
El sitio de trabajo son unos contenedores, sí, en un contenedor está todo el equipo, tiene aire acondicionado así que estoy cómodo, pero no hay conexión a internet por lo que no te puedo mandar mensajes ni correos, sólo cuando estoy en el hotel.
Con respecto al trabajo, ya cambié el nodo y hasta ahora todo ha ido bien, sólo que estuve más de dos horas esperando que el backup se borre, debí haber hecho un borrado rápido y no un borrado seguro, después llegamos a una parte en la que se trabaja con el nodo activo por lo que decidimos suspenderlo hasta la noche, cuando trabajaré a partir de las diez de la noche.
Al almuerzo fuimos a un sitio de comida jamaiquina, que es prácticamente la misma comida que en Limón. De hecho comí “rice and beans” con pescado al vapor, el compañero de acá se pidió un pollo frito, al mejor estilo limonense.
Antes de venir al hotel me di una vuelta en carro por la playa, manejé un poco, y regresé al hotel porque ya estaba anocheciendo.
Ahorita estoy en el hotel, que está muy tuanis, es un edificio de cemento, cruzando la calle está la playa, pura arena blanca, además el hotel cuenta con piscina, estaría genial para pasar unas vacaciones allí, pero acá vine a trabajar y como es usual en estos viajes el hotel es sólo para descansar un poco y dormir.
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