Otra vez en la Yunai, esta vez sólo de pasada, de tránsito como le dicen, me dirijo a Gran Caimán, a trabajar en un equipo y a la vez quizás disfrutar algo de vacaciones.
El vuelo de American Airlines se retrasó dos horas, las cuales pasé de pie en la fila en Costa Rica, dos horas perdidas que pude haber pasado durmiendo. Ni modo esas cosas no se planifican.
Al llegar a Miami fue “bienvenido” a los Estados Unidos, igual hay que hacer migración y luego de pasar por la toma de huellas digitales, como cualquier delincuente, al final lo hacen pasar por los chequeos de seguridad, en los cuales te quitan hasta los zapatos. Así son estas cosas después de que unos locos musulmanes atacaran a los gringos, y la verdad tienen todo el derecho de hacerlo.
Según me cuentan en Brasil los hacen sufrir el mismo trato, bien por ellos, como siempre he creído, cada país es libre de hacer con los extranjeros lo quieran, pero ese es otro tema.
El aeropuerto de Miami es bastante grande, me tocó caminar bastante, ya cerca de mi puerta de embarque hacia Islas Gran Caimán paré a comer en un restaurante, debí pedir la “Bacon Cheese Burger”, pero pedí la de pollo.
Algo que es interesante en este aeropuerto es que todo el mundo habla español, desde los agentes de migración, hasta la mesera del restaurante. Ya me había pasado la primer vez que vine a los Estados Unidos, fue muy divertido oír “Welcome to the United States of America” de un tipo con un muy marcado acento cubano, para luego pasar donde el agente de migración que también hablaba español. Sin duda hablar español no es un problema en este aeropuerto.
En el viaje a la par mía se sentó una muchachilla de Alajuela que en su primer viaje en avión venía a trabajar a la Yunai como niñera, venía toda contenta con el viaje en avión, le di el campo de la ventana para que pudiera ver el paisaje, estaba toda contenta viendo el paisaje. Ella tiene 19 años, me contó que estudia psicología y para mejorar su inglés decidió dejar la U un año para meterse en uno de estos planes de trabaja (y estudia) en USA, según me contó le pagan $150 semanales, algo bajo para los Estados Unidos.
La verdad es que nunca me gustaron estos grupos, no sé, para venir a hacer el trabajo de una niñera, o a tender camas, preferí quedarme en mi país, esa es mi opinión y podría estar equivocado
Busqué el reloj de Andrea por acá, pero los modelos de la marca “swatch” son muy masculinos y no había ninguno que le pudiera gustar, ya veré si encuentro uno en Gran Caimán.
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