Hoy es el día internacional contra la violencia contra las mujeres.
La violencia está mal. Ese es un principio básico. Pero la discriminación también está mal.
No porque la mayoría de las víctimas de violencia doméstica sean mujeres se debe crear una ley que proteja a un solo grupo, en este caso mujeres.
Por eso me opongo a la llamada "Ley de penalización de la violencia contra las mujeres".
En esa ley, por ejemplo, se castiga más severamente a los que agredan a una mujer, y me pregunto yo, ¿Porqué no se castiga igual a los que agreden a niños varones, ancianos hombres, y hasta los hombres adultos? ¿Acaso no hay casos de agresión perpetrados por mujeres?
Veamos el siguiente caso: La mujer agrede a su marido, y este responde con gritos una sola vez, entonces él se va a la cárcel, y ella es inocente.
Ni que decir que una mujer, para quitarse a su marido de encima e irse con el querido, puede acusar a su marido de agresión, poner de testigo a una amiga, y mandarlo a la cárcel.
Si yo en Heredia me peleo con otra persona, los dos somos culpables, o me van a decir que yo tengo prioridad porque vivo en Heredia.
Otra cosa que tiene la ley es que establece el femicidio, y lo castiga más severamente que el asesinato de un hombre. ¿Será que mi vida, como hombre, vale menos que la de las mujeres? Esta ley me pone como un ciudadano de segunda clase, cuya vida es menos valiosa que la de otros ciudadanos, en este caso las mujeres.
Es como si hicieran una ley que dice que los que maten a un blanco recibirá más castigo que el que mate a un negro, simplemente porque hay más víctimas blancas que negras. Así de racista es esa ley.
Las leyes deben tener algo de sentido comín, y no hacerse con el hígado.
Los comentarios son bienvenidos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario