La jueza Andrea Paola Vargas Villalobos de 23 años, con sólo dos meses de haberse incorporado al Colegio de Abogados liberó a los sospechosos de robarse 320 kilogramos de cocaína que estaba en custodia policíal.
Para empezar ¿A quién se le ocurre que una persona con dos meses de experiencia y 23 años sea juez o jueza? Ya me imagino a Luis Paulino Mora encargándole la construcción de su casa a un ingeniero o ingeniera con 23 años y 2 meses de haberse incorporado al CFIA.
Para seguir, en este caso hubo varias "anomalías", la jueza adelantó la fecha de la audiencia para poder ser ella la que viera el caso y además pidió el traslado de los sospechosos desde San José hasta Golfito, en lugar de trasladarse ella a San José. ¿Porqué tanto interés?
Esto me recuerda al juez penal de Goicoechea Ricardo Madrigal Jiménez puso en libertad, el pasado 6 de mayo, a un acusado por narcotráfico, pese a que no tenía el expediente en su despacho y el caso se tramitaba en otro tribunal de San José pero curiosamente la Inspección Judicial lo exoneró de cargos.
Cada día me convenzo que el problema de la seguridad en éste país está en las leyes y los tribunales.
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